A Mariely, Ana, César y El Trevi
En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre siempre querré acordarme, he vivido una de mis más recientes e inolvidables aventuras musicales: Tomelloso. Pero antes de empezar a hablar de ello, es necesario comentar que el tomellosero es una de las personas más amables que se puedan encontrar sobre este planeta. Pleno de simpatía y buen proceder, siempre atento y desprendido. Por ende, mi estancia en este lugar y, más concretamente, con la gente de la Coral del Conservatorio de Tomelloso, ha sido una experiencia altamente gratificante. No sólo desde el punto de vista musical sino también desde el humano. Este conjunto, al frente del cual se encuentra su emprendedora e incansable directora María Elisa Blanco, emprendió un camino ya quinceañero, el cual ha sido pleno de grandes satisfacciones musicales. Conformada por gente de todas las edades y con muchas ganas de aprender, la agrupación inició el año pasado la aventura del Seminario de Canto Coral, el cual fue impartido por mi muy querido y admirado amigo, el compositor y director de coros, Javier Busto. Para esta segunda edición del seminario, tuve el honor de ser escogido para impartir y compartir mis experiencias en torno a un repertorio sugerido por sus integrantes, el cual estuvo comprendido por algunas de mis obras y algunas canciones latinoamericanas. Las sesiones de trabajo se repartieron de la siguiente manera: jueves 29 y viernes 30 de abril, ensayos con la Coral del Conservatorio; sábado 1 y domingo 2 de mayo, los ensayos correspondientes al seminario con todos los inscritos para la ocasión. En total asistieron más de 80 personas, las cuales se desplazaron desde diferentes provincias españolas: Albacete, Badajoz, Ciudad Real, Madrid y Murcia. Para las sesiones con la Coral del Conservatorio de Tomelloso se trabajaron las siguientes obras: Arroz con leche (Carlos Guastavino), Duerme negrito (Atahualpa Yupanqui, arr. Emilio Solé), Encuentro (César Alejandro Carrillo y Fernando Paz Castillo), Nada (José Dames y Horacio Sanguinetti, arr. Eduardo Ferraudi) y O magnum mysterium (Morten Lauridsen). Con todos los inscritos en el seminario, incluyendo a los integrantes de la Coral del Conservatorio, se hicieron las siguientes obras: Alfonsina y el mar (Ariel Ramírez y Félix Luna, arr. Hugo César de la Vega) Corazón coraza (Beatriz Corona y Mario Benedetti) O magnum mysterium (César Alejandro Carrillo), Salve Regina (César Alejandro Carrillo) y San Juan to’ lo tiene (Eduardo Serrano, arr. César Alejandro Carrillo). Con esta segunda edición, el seminario marcha rumbo a su consolidación como punto de encuentro y de referencia coral de La Mancha y sus alrededores. Vaya mi felicitación a todos los involucrados en la organización de este evento y sirva este espacio para agradecer todas las atenciones recibidas durante estos intensos cuatro días de música coral en Tomelloso, así como también a todos aquellos que abandonaron la comodidad de sus hogares para asistir. ¡Salud, Tomelloso!
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