Archivo de junio 2013

Bitácora incompleta del rock progresivo para principiantes (y II)

Decadencia y renacimiento

[De cómo el cisne comenzó a cantar su última canción]

El punto más alto que logró alcanzar la popularidad de las bandas de rock progresivo sería a mediados de los años setenta, cuando con frecuencia lideraban las encuestas de las principales revistas de música popular de Gran Bretaña y Estados Unidos. La decadencia del rock progresivo comenzaría con su propio agotamiento a nivel creativo y una estética cada vez más exagerada y pretenciosa, la aparición del Punk, la música Disco, y el resurgimiento de los tres acordes básicos del rock. A esto se suma el hecho de que las nuevas audiencias de la segunda mitad de los setenta estaban más interesadas en pasar un buen rato al ritmo de un rock más simple y agresivo, y ya no tenían la paciencia para escuchar una pieza de gran longitud y con textos de realidades fantásticas, descartando al rock progresivo por elaborado y presuntuoso.

                Ante esta nueva realidad, aquellas bandas gigantes que habían logrado sobrevivir a la crisis energética de la primera mitad de los setenta, tenían ahora ante sí el reto de sobrevivir como músicos. King Crimson y Emerson, Lake & Palmer, comenzaron a tomar recesos indefinidos y a realizar reuniones esporádicas, supeditadas a los compromisos artísticos de sus integrantes. Del mismo modo, a cada una de estas bandas les tocó sufrir cambios en sus filas; es así como, en su debido momento, Peter Gabriel abandona Genesis para seguir una provechosa y larga carrera como solista. Genesis continuaría con Phil Collins como vocalista al frente de la banda sin por ello desmejorar su éxito.

                La década de los ochenta sería testigo de un renacer del género. Bandas como Marillion, UK, Twelfth Night, IQ, Pendragon, Quasar y Pallas pasaron a conformar lo que se dio en llamar Rock Neoprogresivo o Neo-Prog, un movimiento que creció bajo el influjo del rock progresivo de los setenta, con bandas como Genesis, Yes y Camel entre sus modelos, incorporando elementos del New Wave y del rock de los ochenta. Bandas como King Crimson reaparecerían incorporando también un sonido más New Wave, haciendo su música más digerible, comercialmente hablando. Los ochenta también verían el surgimiento del primer supergrupo de rock progresivo, Asia, conformado por estrellas provenientes de grandes bandas: John Wetton (Roxy Music, King Crimson), Steve Howe (Yes), Geoff Downes (Yes, Buggles) y Carl Palmer (Emerson, Lake & Palmer), pero con una orientación francamente comercial. Bandas como Genesis y Yes, otrora grandes gurús del rock progresivo, redefinieron sus esquemas y comenzaron a producir canciones, sctricto sensu, de tres y cuatro minutos de duración. Tal es el caso de Yes, que llegó a colocar el sencillo «Owner of a Lonely Heart» en el número uno de las listas estadounidenses.

                El rock progresivo vivió otro resurgimiento durante la década de los noventa, el cual llega hasta nuestros días, esta vez bajo las banderas del metal progresivo, liderado por bandas como Porcupine Tree, de Inglaterra; un nutrido grupo de bandas estadounidenses como Dream Theater, Spock’s Beard, Echolyn, Proto-Kaw y Glass Hammer; The Flower Kings, de Suecia, y White Willow, de Noruega. Rush, Yes y Van der Graaf Generator, bandas pioneras del género durante los setenta aún permanecen tocando. Por su parte, bandas como King Crimson, Genesis y Camel, cuando logran que sus agendas particulares coincidan, también retornan a los escenarios.

                Finalmente, a pesar de sus avances y retrocesos, idas y venidas, encarnaciones y reencarnaciones, el rock progresivo, el rock arte, sigue vivo y por sus fueros. Aún nos falta por conocer innumerables bandas que están haciendo su trabajo calladamente, porque no han tenido la fortuna (o el infortunio, depende de cómo se vea) de acceder al mundo del disco y, por ende, al mundo comercial, lo cual no siempre garantiza continuidad y firmeza en el mantenimiento de los postulados musicales, artísticos y estéticos. Por lo pronto, Porcupine Tree me ha hecho revivir una sensación que no experimentaba desde mi adolescencia, cuando era fanático acérrimo de Yes, Genesis, King Crimson y Gentle Giant, pero sobre todo, de Premiata Forneria Marconi. ¿Qué sorpresas nos depararán las primeras décadas del siglo XXI?

Los Caballeros de la Mesa Redonda

[Donde se pasa revista a los ungidos del rey]

Para finalizar, me atrevo a proponer una selección para todos aquellos que se quieran iniciar en este fantástico género, no sin antes advertir que inevitablemente será un ejercicio odioso porque, siempre quedará algo por fuera y siempre privará el insoslayable gusto personal de quien hace la selección. Por lo tanto, no debe ser tomada como una lista canónica del género. Dicha esta advertencia, la siguiente es una lista muy, pero muy básica y en orden alfabético de bandas y discos de rock progresivo de los setenta.

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Banco del mutuo soccorso (Italia): Francesco Di Giacomo, voz; Vittorio Nocenzi, teclados; Gianni Nocenzi, teclados; Marcello Todaro, guitarra; Renato D’Angelo, bajo; Pierluigi Calderoni, batería

Una de las bandas líderes del rock progresivo italiano, junto a Premiata Forneria Marconi y Le Orme. La compleja textura provista por el piano, el órgano Hammond y los sintetizadores, más la originalidad vocal de Di Giacomo, hicieron del sonido de la banda innovador y original.

Banco del mutuo soccorso (1972)

Darwin! (1972)

Io sono nato libero (1973)

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Camel (Inglaterra, 1971): Andrew Latimer, guitarra, flauta, voz; Peter Bardens, teclados, voz; Doug Ferguson, bajo, voz; Andrew Ward, batería

Una de las más innovadoras bandas salidas de la escena de Canterbury.

Mirage (1974)

Moonmadness (1976)

Nude (1981)

Pressure Points – Live in Concert (1984)

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Emerson, Lake and Palmer (Inglaterra, 1970): Keith Emerson, teclados; Greg Lake, bajo, voz, guitarra; Carl Palmer, batería

Una de las pocas bandas del rock progresivo constituidas por tan sólo tres miembros, pero a su vez, una de las más influyentes en toda la historia del género. De la mano de su líder Keith Emerson, llevaron la escena del rock a un gigantismo nunca antes visto.

Emerson, Lake & Palmer (1971)

Tarkus (1971)

Pictures at an Exhibition (1971)

Trilogy (1972)

Brain Salad Surgery (1973)

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Focus (Holanda, 1969): Thijs Van Leer, voz, teclados, flauta; Jan Akkerman, guitarra; Bert Ruiter, bajo; Pierre Van Der Linden, batería

Focus es, sin duda, la banda de rock holandesa más conocida de la historia. Su fortaleza residía en las espectaculares muestras de virtuosismo de Van Leer y Akkerman, amén de un talento especial para mezclar con destreza elementos del rock y de la música académica.

In and out of Focus (1970)

Moving Waves (1971)

Focus III (1972)

Live at The Rainbow (1973)

Hamburger Concerto (1974)

4 focus

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Genesis (Inglaterra, 1967): Peter Gabriel, voz, flauta; Mike Rutherford, bajo, guitarra, voz; Tony Banks, teclados, voz, guitarra; Steve Hackett, guitarra; Phil Collins, batería, voz

Genesis mostró una línea consistente de calidad e innovación mientras Peter Gabriel se mantuvo en la banda, produciendo hermosísimas obras maestras. Con la salida de Gabriel, Collins asume el liderazgo vocal y Genesis se orienta definitivamente hacia el campo comercial.

Trespass (1970)

Nursery Cryme (1971)

Foxtrot (1972)

Live (1973)

Selling England by the Pound (1973)

The Lamb Lies Down on Broadway (1974)

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Gente Giant (Inglaterra, 1969): Phil Shulman, saxo, trompeta, voz; Derek Shulman, voz, bajo, guitarra; Ray Shulman, bajo, violín, guitarra; Gary Green, guitarra; Kerry Minnear, teclados, bajo, voz; Martin Smith, batería

Gentle Giant, con su incomparable musicalidad, pudo ir mucho más allá de donde ninguna banda había llegado antes, incorporando toda suerte de elementos tomados de la música de vanguardia, de la música de cámara, la música medieval, del jazz y del folk, gracias a la capacidad multi-instrumental de sus integrantes, lo cual les permitía imprimirle un gran dinamismo a su música.

Gente Giant (1970)

Acquiring the Taste (1971)

Three Friends (1972)

Free Hand (1972),

In a Glass House (1973)

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King Crimson (Inglaterra, 1969): Robert Fripp, guitarra, teclados; Greg Lake, bajo, voz; Mike Giles, batería; Ian McDonald, teclados, vientos

Banda de múltiples encarnaciones y de un gran poder influyente, irrumpió en la escena musical con su soberbio y legendario álbum In the Court of the Crimson King, una de las piedras angulares del rock progresivo mundial y considerado por muchos como el primer álbum del género. King Crimson ha sido una de las bandas más camaleónicas de la historia del rock, viendo pasar por sus filas infinidad de músicos, siempre liderados por Fripp, único miembro sobreviviente de la formación original.

In the Court of the Crimson King (1969)

In the Wake of Poseidon (1970)

Lizard (1970)

Islands (1971)

Larks’ Tongues in Aspic (1973)

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Premiata Forneria Marconi (Italia, 1970): Franco Mussida, guitarra, voz; Flavio Premoli, teclados; Mauro Pagani, violín, flauta, voz; Franz Di Cioccio, batería; Giorgio Piazza, bajo. Más tarde, Piazza será sustituido por Patrick Djivas, bajo

Pionero de los grupos de rock progresivo italiano, PFM desarrolló un estilo auténtico sin perder los vínculos con los valores propios del rock progresivo. Su música y su sonido, son siempre de una gran riqueza melódica y de un preciosismo instrumental.

Storia di un minuto (1972)

Per un amico (1972)

L’isola di niente (1974)

Live in USA (1974)

Chocolate Kings (1975)

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Rick Wakeman (Inglaterra)

Rick Wakeman, integrante de Yes en algunos trechos importantes de la banda, es uno de los más conocidos músicos del rock progresivo y uno de los pioneros en el uso de los teclados electrónicos en el universo rockero.

The Six Wives of Henry VIII (1973)

Journey to the Centre of The Earth (1974)

The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table (1975)

No Earthly Connection (1976)

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Yes (Inglaterra, 1968): Jon Anderson, voz; Chris Squire, bajo, voz; Peter Banks, guitarra, voz; Tony Kaye, teclados; Bill Brudford, batería. Más tarde Banks y Kaye serían sustituidos por Steve Howe, guitarra, y por Rick Wakeman, teclados

Desde comienzos de los años setenta, Yes ha sido uno de las bandas más influyentes de la escena progresiva sobre todo por el uso de los sintetizadores y de los efectos sonoros. La aguda visión artística de sus integrantes los llevó a producir verdaderas obras maestros del rock.

Yes (1969)

Time and a Word (1970)

The Yes Album (1970)

Fragile (1972)

Close to the Edge (1972)

Tales from Topographic Oceans (1973)

Yessongs [Live] (1973/78)

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Caracas

Escribí este texto en 2002 a solicitud de Laura Morales Balza, quien a la sazón estaba realizando un trabajo fotográfico sobre nuestra ciudad. Es una pequeña reflexión que evoca muy brevemente memorias y recuerdos de lo que fue, es y posiblemente será Caracas.

Valga la pena acotar que no cambiaría ni una sola letra.

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Para mi hijo Simón Odoardo, póstumamente.

Nací y crecí en esta ciudad.

No creo que vaya a morir en París.

O en Bombay.

He visto, a través de los años,

el proceso entrópico de mi ciudad.

Aunque debería usar la palabra entrópico

no Con mi ciudad y sí con Su Gente.

Es verdad.

Quizá La Gente en general no tenga la culpa,

sino Cierta Gente.

Aquellos que deciden dónde va este edificio

y dónde No Va este parque.

Dónde va este mamotreto

y dónde No Va este museo.

Dónde va este esperpento

y dónde No Va Más este sitio histórico.

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La creciente pérdida de memoria de nuestra ciudad

es la pérdida de nuestra historia.

De tu historia y la mía.

La de cada uno de nosotros.

Porque cada uno vive la ciudad a su manera.

No la ve igual a otro.

Al otro.

No la padece igual.

Por eso existe La gente y Cierta gente.

La que vive la plaza y la que nos la quita.

La que trata de mirar El Ávila y la que nos lo oculta.

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De mi niñez recuerdo vagamente

el verde que circundaba mi ciudad.

Ahora la rodea un informe color entre ladrillo y blanco y zinc

y cualquier otro que represente el color político de turno.

Colores, olores, paisajes, sonidos

que al pasar del tiempo hemos ido perdiendo.

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De mi niñez recuerdo la ruta de mi transporte escolar,

especialmente dos momentos:

El primero:

después de la Plaza de Artigas,

en el pavimento todavía se podía ver

el rastro de unos rieles de tren

que se resistían a desaparecer,

pero que con el tiempo fueron definitivamente

sepultados por el asfalto.

Realmente, lo que quedó sepultado

no fueron los rieles del tren sino nuestra memoria.

Y la de la ciudad.

El segundo:

entre la Av. Libertador y la Av. Andrés Bello

quedaba la antigua fábrica de chocolates El Rey.

El autobús escolar se convertía en una fiesta rodante al pasar por allí.

¿Quién no recuerda el particular olor de esa calle?

¿O el de otras calles?

¿O el de tu calle?

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Ayer, no sólo lo recordé,

sino que mi memoria fue capaz de traerme de nuevo

ese olor de mi niñez, de nuestra niñez.

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Y de nuevo se hizo la fiesta en nuestro transporte escolar…

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Bitácora incompleta del rock progresivo para principiantes (I)

[Este artículo apareció en la revista Debates IESA, Volumen XVIII, Número 1, enero-marzo de 2013, en una versión editada.]

 

Para mi hijo Simón Odoardo

 

Historia de un minuto

Música siempre sobria, música no bailable, música no política, ni siquiera de rebelión ni de transgresión, el rock progresivo fue más bien un período de transición entre dos grandes momentos históricos para la música popular: el impacto político del 68 y el impacto social que produjo el Punk. Su época dorada finaliza a mediados de los setenta, y el comienzo de su decadencia coincide con el ascenso del Punk, del Disco y el resurgimiento de los tres famosos acordes básicos del Rock & Roll.

 

En la corte del rey Carmesí

[Donde se da debida cuenta de los orígenes]

Uno de los períodos más ricos y fructíferos de la música popular y del género del rock en particular, ocurrió entre finales de la década de los sesenta y la primera mitad de los setenta, en virtud de la fragmentación que experimentó el género en diversos y variados estilos, principalmente, hard rock, heavy metal, jazz rock, rock latino y rock progresivo. Tres factores importantes, entre otros, influyeron en la búsqueda de nuevos horizontes. El primero de ellos fue la aparición de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, un álbum que llevaría a muchos grupos a revisar su estética musical y desempeñaría un papel determinante en el inicio del declive del pop, en 1968. El segundo, el arribo de nuevas tecnologías como la aparición del mellotrón y del sintetizador (o Moog), desplazando a la guitarra eléctrica como el instrumento insignia del rock y multiplicando las posibilidades sonoras, ya que podían reproducir cualquier sonido y además podían ser programados para sonar como varios instrumentos.  Finalmente, la aparición de los llamados álbumes conceptuales, como el ya mencionado Sgt. Pepper’s y Pet Sounds de los Beach Boys, que también influirían poderosamente en la evolución sonora y en la longitud de las canciones contenidas en un álbum.

El rock progresivo ha sido relegado, con mucha frecuencia,  a unos muy breves párrafos en la mayoría de las historias acercas del rock, y considerado como un síntoma de los excesos de los sesenta en lugar de un género que merece un examen más profundo. Algunos estudiosos lo definen como una “música clásica alternativa” o avant-garde popular. Hablar de rock progresivo como género no es tan fácil debido a la complejidad y diversidad de estilos que componen tan vasto territorio. Su eclecticismo lo hace mucho más difícil de etiquetar, a diferencia de otros estilos de constitución más homogénea, como el reggae o el country-rock.

En general, se dio en llamar rock progresivo a una simbiosis entre formas clásicas, poesías fuera de lo común y el lenguaje sónico propio del rock, de donde surgió toda una pléyade de bandas dedicadas a expandir los límites tanto melódicos y armónicos, como rítmicos y tímbricos del género, incorporando con frecuencia elementos de la música académica, del jazz, del folk y otros estilos musicales. De allí que también se le denominara art-rock, rock sinfónico o rock clásico. Personalmente, pienso que es una percepción incorrecta cierta definición que pretende que el rock progresivo sea el intento de mezclar música clásica con rock, lo cual no termina siendo ni lo uno ni lo otro, como tampoco se puede catalogar como rock progresivo el contraste, en una grabación o en vivo, de una banda de rock con una orquesta sinfónica. Es mucho más que esa simple receta.

El rock progresivo fue un fenómeno musical esencialmente europeo, consecuencia de un proceso de expansión del llamado rock psicodélico de finales de los años sesenta, y la búsqueda de nuevos horizontes sonoros más allá de la secuencia armónica tónica-dominante-subdominante, la estructura basada en estrofa y estribillo, y la longitud de tres minutos propia de los discos de 45rpm. Sus elementos fundamentales son tres: (1) la suite, una pieza de extensa longitud con varios movimientos unidos entre sí; (2) el uso de los teclados en detrimento de la guitarra y la convivencia, en el mismo escenario, de instrumentos acústicos y eléctricos; y (3) textos de difícil digestión y comprensión, muchas veces de inspiración literaria, a veces de reflexión filosófica o en alusión a mundos fantásticos.

En cuanto a sus aspectos formales, la suite fue el primer elemento estilístico de importancia innovadora, la revolución que rompió con los sacrosantos límites del 45rpm y llevó a la composición de piezas cuya longitud podía ocupar la cara de un LP e incluso, ambas. Excepcionalmente, el discurso podía abarcar hasta cuatro caras, como es el caso de Tales from Topographic Oceans (1973), de la banda británica Yes.

En lo relativo al aspecto instrumental, el rock progresivo dispuso de toda una gama de teclados directamente evolucionados del legendario órgano Hammond, principalmente el mellotrón, y más tarde el sintetizador. Uno de sus rasgos más importantes fue el espacio concedido a la improvisación y al virtuosismo, aspectos más cercanos al jazz, que demandaban una mayor formación de los ejecutantes a nivel instrumental. Dos de sus mejores exponentes fueron Keith Emerson y Rick Wakeman, tecladistas que hicieron gala de sus dotes como integrantes de Emerson, Lake and Palmer y Yes, respectivamente, al igual que en sus trabajos como solistas. También se incorporó al arsenal cualquier instrumento que cada ejecutante pudiera tocar. Gentle Giant, otra banda británica, podía acumular en escena más de veinte instrumentos diferentes.

En cuanto al texto, éste podía abordar temas históricos, evangélicos, metafísicos, filosóficos o mitológicos, siempre alejándose de la hasta entonces recurrente temática del rock. Dos de sus principales bardos fueron los ingleses Peter Sindfield, quien escribiría la mayoría de los textos de los primeros trabajos de King Crimson y Peter Hammill, líder de Van der Graaf Generator. En muchos casos, un texto funcionaba como denominador común a todos los temas del álbum, razón por la cual muchos de estos discos fueron llamados «álbumes conceptuales». Dos importantes muestras de álbumes conceptuales, sin que por ello deban considerarse ejemplos de rock progresivo, las podemos hallar en Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, Days of Future Passed, de Moody Blues, ambos de 1967, en los cuales un discurso literario corre como hilo conductor a través de todas las canciones. Otro álbum conceptual importante, y cuyo texto ocupa toda la extensión de ambas caras, es Thick as a Brick (1972), de Jethro Tull.

 

De Génesis a Revelaciones

[Donde se narra cómo empezó a forjarse y a expandirse todo]

Algunos expertos citan Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band como «punto de partida» del rock progresivo, si bien ya en álbumes anteriores, como Rubber Soul (1965) y Revolver (1966) los Beatles habían comenzado a incorporar elementos de música oriental e instrumentos poco comunes en el rock. Además, mucha música académica inspiró a su vez a otros compositores. Bajo el influjo de Maurice Ravel, Jeff Beck grabó su sencillo «Beck’s Bolero» (1967), y ese mismo año, Procol Harum grabó el sencillo «A Whiter Shade of Pale» influido notablemente por el segundo movimiento de la Suite Orquestal No. 3 en Re mayor de Johann Sebastian Bach; Moody Blues lanzó Days of Future Passed, el cual conjugó la estructura de canciones con la música orquestal y la instrumentación propia del rock; y la canción «Interstellar Overdrive» del primer álbum de Pink Floyd, The Piper at the Gates of Dawn (1967), hace gala de casi diez minutos de improvisación instrumental.

A finales de la década de los sesenta, numerosas bandas de rock comenzaron a experimentar con improvisaciones y composiciones más largas y a incorporar instrumentos convencionales de la orquesta sinfónica y de la música oriental. Algunas de estas bandas, como Soft Machine, comenzaron a hacer experimentos mezclando rock y jazz. Deep Purple y Nice, grabaron álbumes con orquestas sinfónicas: Concerto for Group and Orchestra y Five Bridges, respectivamente. Atom Heart Mother (1970) de Pink Floyd, también es una buena muestra de la mezcla de una banda de rock con orquesta y coros.

Gran parte de las primeras bandas del género provenían del Reino Unido y se conformaron a finales de los años sesenta: Genesis (1967), Nice (1967), Van der Graaf Generator (1967), Yes (1968), Caravan (1968), King Crimson (1969) y Gentle Giant (1969). Pero el género también fue creciendo y ganando popularidad en la Europa continental. En Alemania tuvo importantes representantes: Triumvirat, Tangerine Dream, Faust, Can y Neu. En Italia se formó también un importante grupo de bandas lideradas por Premiata Forneria Marconi, Banco del mutuo soccorso y Le Orme. Otras bandas italianas sobresalientes fueron New Trolls y Area. El escenario del rock holandés también tuvo destacadas bandas, siendo las más importantes Focus, Ekseption y Trace. Focus se daba el lujo de contar en su línea frontal con dos de los más grandes virtuosos del rock europeo: Thijs Van Leer, en la flauta y los teclados, y Jan Akkerman a la guitarra. En Francia se formaron Ange, Gong y Magma, entre otros; y Aphrodite’s Child, en Grecia, liderada por Vangelis.  Los países escandinavos también brindaron importantes aportes: Popol Vuh (Noruega), Kaipa (Suecia) y Wigwam (Finlandia). En Estados Unidos, para esa época, ya existían varias bandas de rock progresivo, siendo la más exitosa de ellas, Kansas (1971), que luego se convertiría en una de las de mayor éxito comercial, al igual que Electric Light Orchestra (1970), la cual cultivaba un ‘sonido Beatle’ con rostro progresivo. Otra banda importante de América del Norte es Rush, de Canadá.

Con el advenimiento del rock progresivo también cambiaría el concepto gráfico de las carátulas de los discos, pasando de la típica foto de la banda a la intencionalidad de sintonizar la imagen con el contenido musical.  En el pasado, pocas bandas, los Beatles y los Rolling Stones entre ellas, habían mostrado alguna preocupación por el nivel artístico de las carátulas de los discos. Entre los mejores ilustradores de carátulas podemos mencionar a Roger Dean, quien prácticamente se convertiría en una especie de miembro externo de Yes, llegando incluso a diseñar escenografías para los conciertos de la banda.

Frases de aquí, de allá y de más allá

Con frecuencia, transitando por la lectura, nos topamos con una que otra frase que nos deja cavilando por un buen rato. Sobre todo, por la síntesis que muchas veces se logra entre brevedad y sabiduría. He aquí una selección de esas frases que he ido atesorando a lo largo del camino leído y que hoy quiero compartir con ustedes, la mayoría de ellas sobre el arte, los artistas, la vida y la muerte.

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«Queda el silencio después de la música y después del sermón, qué importa que se alabe el sermón y que se aplauda la música, tal vez sólo el silencio exista verdaderamente.»

José Saramago [Memorial del convento]

«…el tema que uno precisa está en el grano más simple, la pizca de verdad, de belleza, de realidad, apenas visible para el ojo común…»

Henry James [Los tesoros de Poyton]

«El verdadero artista es aquel que dialoga con su obra; el impostor dialoga con el público.»

Ernst Gombrich

«Ama el arte. De todos los engaños es todavía el que miente menos.»

Gustave Flaubert

«El hombre que no lleva música en sí mismo, ni se emociona con la trenza de dulces sonidos, es propenso a la intriga, el fraude y la traición.»

William Shakespeare [El mercader de Venecia, Acto V]

«El hombre que no pueda imaginar un caballo galopando sobre un tomate es un idiota.»

André Breton

«Técnica, técnica y más técnica… ¡Claro que lo sé! Pero después de la girándula mecánica, conviene recordar que las aves cantan, que las aguas murmuran, que sólo hay un acto que el hombre puede repetir eternamente con originalidad: mirar la naturaleza.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«Toda obra de arte,…debe ser una verificación. Si queremos buscar una cosa, tendremos que levantar las coberturas (o piedras, o nubes, pero digamos, como hipótesis, que son coberturas) que la ocultan. Ahora bien, yo creo que no valdremos mucho como artista (y, obviamente, como hombre, como gente, como persona) si, hallada por suerte o por trabajo la cosa buscada, no seguimos levantando el resto de las coberturas, apartando piedras, despejando nubes, todas, hasta el fin. Recordemos que la primera cosa puede haber sido puesta allí sólo para distraernos de la segunda. Verificar, simple opinión mía, es la verdadera regla de oro.»

José Saramago [Manual de pintura y caligrafía]

«Todo objeto tiene dos aspectos: el aspecto común, que es el que generalmente vemos y que todos ven, y el aspecto fantasmal y metafísico, que sólo ven raras personas en momentos de clarividencia y meditación metafísica. Una obra de arte tiene que contar con algo que no aparece en su forma visible.»

Giorgio de Chirico

«Los poetas nos transportan a un mundo más vasto o más hermoso, más ardiente o más dulce que el que nos ha sido dado, diferente de él y casi inhabitable en la práctica.»

Marguerite Yourcenar [Memorias de Adriano]

«Lo malo del arte moderno está en que la imaginación de los procesos sustituye a la imaginación creadora y la gente en vez de saciar el hambre del espíritu con la belleza de la obra, se llena con el talento de los autores.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«No. Tal como el santo, el artista no se opone al poder. Aún sin santidad, él es lo opuesto al poder. Más que revolucionario es un rebelado; y más que un rebelado es un rebelde. Un campeón de la libertad, tan libre, que vive en lucha permanente con sus propios demonios.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«Leer bien es uno de los mayores placeres que puede proporcionar la soledad, porque al menos en mi experiencia, es el placer más curativo. Lo devuelve a uno a la otredad, sea la de uno mismo, la de los amigos o la de quienes pueden llegar a serlo. La lectura imaginativa es encuentro con lo otro, y por eso alivia la soledad. Leemos no sólo porque nos es imposible conocer bastante gente, sino porque la amistad es vulnerable y puede menguar o desaparecer, vencida por el espacio, el tiempo, la comprensión imperfecta y todas las aflicciones de la vida familiar y pasional.»

Harold Bloom [Cómo leer y por qué]

«Se podría dividir al mundo en dos clases: los que entienden de metáfora y los que entienden de fórmula. Los que entienden de ambas cosas no son bastante numerosos para constituir una clase.»

Heinrich von Kleist [Sobre el teatro de marionetas]

«El fuego robado a los dioses es, modestamente, un palo frotado hasta la combustión.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«La coherencia es el último refugio de quienes carecen de imaginación.»

Oscar Wilde

«El hombre es capaz de consumir en grandes cantidades pan, vestidos, zapatos y odio. El resto, amor, sabiduría, belleza, sobran en el mundo y no somos capaces de consumirlos del todo.»

Mirolav Pavic [Paisaje pintado con té]

«El verdadero lugar del nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente; mis primeras patrias fueron los libros. Y, en menor grado, las escuelas.»

Marguerite Yourcenar [Memorias de Adriano]

«La vida no es un ensayo, aunque tratemos muchas cosas; no es un cuento, aunque inventemos muchas cosas; no es un poema, aunque soñemos muchas cosas. El ensayo del cuento del poema de la vida es un movimiento perpetuo; eso es, un movimiento perpetuo.»

Augusto Monterroso [Literatura y vida]

«No acostumbrarse nunca a la vida. Vivirla hasta el momento final con el alma en un hilo. Siempre por primera vez, con la misma apetencia, el mismo espanto, la misma aflicción. Olvidar en cada puesta del sol el día pasado. Saborear los frutos de lo cotidiano sin tener ya su gusto en la memoria. Nacer todas las mañanas.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«Un ser embriagado de vida no prevé la muerte; ésta no existe, y él la niega con cada gesto. Si la recibe, será probablemente sin saberlo; para él no pasa de un choque o de un espasmo.»

Marguerite Yourcenar [Memorias de Adriano]

«Certezas tengo pocas o ninguna. A lo sumo creo que la vida es un absurdo maravilloso y la muerte un escándalo inexorable.»

Miguel Torga [Canto libre del Orfeo rebelde]

«Ciertamente la muerte es una terrible brutalidad –no hay que dejarse engañar acerca de esto– no sólo como acontecimiento físico, sino mucho más aún como psíquico: un hombre es destrozado y lo que permanece es el glacial silencio de la muerte. Ya no existe más esperanza de relación alguna, pues todos los accesos se han roto. Hombres a los que se desearía una larga vida desaparecen a mitad de su vida y hombres inútiles alcanzan una avanzada edad. Esto es una cruel realidad que no debe paliarse. La brutalidad y arbitrariedad de la muerte puede amargar a los hombres hasta el punto de que concluyan que no existe Dios misericordioso alguno, ni justicia ni bondad.»

Carl Gustav Jung [Recuerdos, sueños, pensamientos]

The Singers Unlimited

Serendipia

Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente. [Tomado de Wikipedia]

SU2

Len Dresslar, Don Shelton, Bonnie Herman y Gene Puerling

Aún recuerdo una muy lejana noche de 1976 sentado en el porche de nuestra casa en Guarenas, a mis diecinueve años, practicante entre muchas otras cosas de ciclismo, fútbol y música. No habían pasado muchos días en que me había vuelto un asiduo radioescucha de un programa llamado “La Lechosa Biónica”, mezcla ecléctica de variados estilos cuyo anfitrión bien sabía administrar a lo largo de su espacio radial. Supongo que el nombre pudo haber sido inspirado por una serie de televisión de la época de nombre “La mujer biónica”. Pues bien, una calurosa noche de aquellas, el locutor, a quien pido disculpas por no recordar ni su nombre ni la emisora que emitía el programa, luego de haber “pinchado” algunos discos de salsa, rock, jazz y otras yerbas de su exquisita ensalada musical, de pronto suelta lo siguiente: “Seguidamente, vamos a escuchar You are the sunshine of my life con The Singers Unlimited”. En ese momento me pregunté “¿Y quiénes demonios son The Singers Unlimited?” Hasta ese momento sólo había escuchado algunas canciones muy comerciales de un grupo con un nombre muy parecido a ese, Love Unlimited. Luego de escuchar aquello me quedé paralizado durante algunos segundos que me parecieron interminables preguntándome cómo era posible que alguien pudiera “voltear” una canción de la manera en que yo acababa de escucharla. Pasaron algunos días y noches más y de nuevo estaba yo en el porche de nuestra casa en otra calurosa velada con La Lechosa Biónica. Y de pronto mi anfitrión radial suelta lo siguiente: “Seguidamente, vamos a escuchar Silent night con The Singers Unlimited”, y yo me dije “¡Ja! Vamos a ver qué hace ahora el genio de la botella con Noche de paz”. Y esta vez no fueron segundos sino una parálisis total luego de los tres minutos y treinta y tres segundos que duró aquello, produciendo una fisura, una fractura y una ruptura definitiva en mi hambriento e imberbe esquema musical.  No podía creerlo. El mismo grupo con el que noches atrás había sufrido la total devastación de mis esquemas volvía por sus fueros a terminar de barrer lo poco que hubiera quedado de la primera experiencia. Y yo me preguntaba: “¿Y de dónde salió este conjunto, quienes son The Singers Unlimited, qué mente ‘perversa y retorcida’ está detrás de la concepción de esos arreglos?” Para el incipiente arreglista y compositor que yo era, intentando siempre descubrir nuevos territorios y tratando de orientarme a través de ellos con mi propia brújula, aquello fue como pararse frente al “Portal Místico”, citando una frase de Toy Story.  Era como entrar a un mundo completamente nuevo de posibilidades armónicas inauditas hasta entonces en el universo de la música vocal.

A la mañana siguiente salí a hacer una exhaustiva exploración de la topografía de discotiendas caraqueñas. Al final de la tarde nadie, en ninguna tienda de discos, había sabido decirme ni darme la más mínima pista de quiénes eran The Singers Unlimited. Y yo me decía: “¡No puede ser que en este país no haya una sola persona que no sepa nada acerca de The Singers Unlimited excepto mi anfitrión de La Lechosa Biónica!” Estando en el área de Chacaíto y casi al borde de la derrota recordé una tienda que quedaba en el Centro Comercial Único, frente a la actual plaza Brión. Su nombre era La Media Nota (Inolvidable el afiche de un niño con un plato de spaghetti en la cabeza que había en la puerta de la tienda). Luego de las preguntas de rigor, el chico que trabajaba para la tienda me dice: “Lo que tenemos son unos discos de Love Unlimited”, y yo le digo: “¡No, vale, The Singers Unlimted! Tienen una versión de You are the sunshine of my life y otra de Silent night”. Y el chico me dice: “Lo siento, pero no tenemos nada de ese grupo”. Ahora sí, totalmente derrotado, me apresto a salir de la tienda luego de un día hurgando aquí y allá buscando mi nuevo Grial, cuando de pronto el muchacho de la tienda me dice: “¡Espérate un momentico!” y comienza a buscar con dedos ágiles en la sección de jazz de la tienda, rescatando del fondo del océano dos álbumes de The Singers Unlimited, Feeling Free y A Cappella II, los cuales se convertirían en las piedras fundacionales no sólo de mi colección de The Singers Unlimited sino de todos los conjuntos vocales que tengo en mi discoteca. De ahí en adelante, comenzó una cacería que sólo finalizó en 1982 cuando salió al mercado su último álbum, el número quince, Easy To Love.

Luego de todo este cuento, algunos sabrán de qué he estado hablando, y otros, no. Para aquellos que no, debo decirles que The Singers Unlimited ha sido uno de los conjuntos vocales más influyentes de los últimos cuarenta años. Y lo seguirá siendo por los próximos cuarenta, sin temor a equivocarme. Producto de la mente de Gene Puerling (Eugene Thomas Puerling, 31 de marzo de 1929/25 de marzo de 2008), uno de los músicos autodidactas más influyentes en el mundo de la música vocal de conjunto por sus exquisitos, endiablados y sorprendentes arreglos, The Singers Unlimited estuvo conformado desde el comienzo por Bonnie Herman, Don Shelton, el propio Puerling y Len Dresslar. Herederos del legado de The Hi-Lo’s (de ellos hablaremos en otra entrega) y veteranos curtidos en el área de la música publicitaria, The Singers Unlimited fue creado en 1967 como un grupo sólo para hacer jingles comerciales. En 1971, Oscar Peterson se quedó tan atónito al escucharlos en un demo de The fool on the hill, que de inmediato los propuso a Hans Georg Brunner-Schwer, propietario y productor de MPS Records, en Alemania, para grabarlos en su sello discográfico. Brunner-Schwer se enamoró de ellos ‘al primer sonido’ y se convertiría en el hechicero que plasmaría adecuadamente el pensamiento sonoro de Gene Puerling aprovechando las bondades de la para entonces novedosa tecnología multicanal.

Hans Georg Brunner-Schwer

Hans Georg Brunner-Schwer

Una o dos veces al año, volarían al cuartel general de MPS Records, en el antiguo pueblo de Villingen, en la Selva Negra. Entre álbumes, Puerling pasaba la mayor parte del tiempo haciendo los arreglos. “Me tomaba al menos un mes escribir cada arreglo porque no soy un músico consumado. No toco piano”. El debía tener todas las partes vocales en el lugar correcto antes de las sesiones de grabación, dado que el alquiler permitía sólo una semana en el estudio. Gene enviaba los arreglos a sus compañeros con un mes de antelación a fin de que los estudiaran y se familiarizaran con las densas estructuras armónicas, pero el nivel de lectura que poseían era tan rápido que prácticamente no revisaban el material hasta tanto el grupo no estuviera reunido en Alemania. Durante la mañana del domingo previo al primer día de grabación, se reunían en un parque cercano al hotel y le daban una mirada a los arreglos. Éstos eran tan densos que requerían de voces diáfanas, sin vibrato o cualquier otro elemento que pudiera enturbiar el sonido. Pero una vez que la grabación daba comienzo, dice Puerling, “no teníamos problemas en absoluto. Pasábamos largos días, algunas veces desde las 7.30 de la mañana hasta las 8 o 9 de la noche”. Los cuatro se metían en la cabina a grabar, simultáneamente, cuatro partes vocales, luego otras cuatro, y así sucesivamente, según la complejidad y característica del arreglo que estuviesen registrando. Cada uno de sus álbumes lo hicieron en cinco días, a razón de dos temas diarios. Hoy en día a cualquier grupo le toma semanas o meses registrar diez temas.

Puerling

Gene Puerling

Con este procedimiento produjeron quince hermosas joyas vocales entre 1971 y 1980, de las cuales me permito recomendarles, sin reserva alguna, A Capella, Christmas, A Capella II y A Capella III, cuatro piedras miliares en la historia y evolución de la música vocal de conjunto. La primera de estas joyas, A Capella, obtendría uno de los más estimados premios de la industria discográfica alemana, el Deutscher Schallplattenpreis. El fallo del jurado: “Aún tomando en cuenta las posibilidades presentadas por las sofisticadas técnicas de grabación, los efectos logrados aquí por tres hombres y una mujer bordean lo imposible. La música, diseñada principalmente para el entretenimiento, se convierte en arte puro”. Escuchar una canción conocida versionada por ellos es como viajar al final del arco iris y poder regresar con una parte del tesoro que allí se encuentra escondido.

Dada la imposibilidad de cantar en vivo, The Singers Unlimited jamás se presentó ante audiencia alguna. Era un grupo sólo para escuchar. ¡Y vaya lo que el solo hecho de escuchar puede deparar! Como compositor y arreglista puedo decir que escuchando sus discos incontables veces tuve, en Gene Puerling, a uno de mis mejores maestros. Es increíble, cómo aún hoy día, sigo descubriendo detalles en cada uno de sus discos. Su legado constituye una parte vital e importante en mi formación y educación musical y estoy seguro que en la de muchos otros. Cada uno de sus discos se ha convertido en objeto de culto para los amantes de la buena música vocal. La siempre correcta conducción de las voces, el trabajo de armonización y de rearmonización, la capacidad de poder sorprenderte en cada esquina y rincón de la música, el buen gusto a toda prueba, aparte del trabajo vocal propiamente dicho, constituyen por sí solos una de las mejores escuelas que pueda tener cualquier persona involucrada con la música vocal de conjunto. Sé que todos aquellos que descubrieron The Singers Unlimited, cada uno en su momento y a su manera, compartirá mis apreciaciones sobre la calidad y la importancia de esta agrupación en la historia de los conjuntos vocales a nivel mundial, así como la influencia que ha ejercido, ejerce y seguirá ejerciendo sobre el trabajo de directores, arreglistas y cantantes de todo el mundo. Como prueba de ello podemos poner sólo un ejemplo, Take 6. Muy probablemente, The Singers Unlimited jamás tuvo la popularidad que ahora tienen tantos grupos vocales y quizá pueda deberse a la complejidad de su legado. Pero lo que sí es cierto es que muchos de estos conjuntos no habrían existido de no haber sido gracias a The Singers Unlimited. O a Gene Puerling.

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Definitivamente, ya no quedan empleados como aquel, con tal memoria fotográfica, porque al buen buscador de discos es difícil que se le olvide una carátula que haya visto antes, así no le interese el disco en cuestión. Para una persona como yo, que ha estado involucrada con el mundo vocal desde hace muchísimos años, descubrir The Singers Unlimited iba a ocurrir tarde o temprano. Para mi fortuna ocurrió más temprano que tarde. Y todo gracias a que una calurosa noche de 1976 me senté a escuchar La Lechosa Biónica, sin poder ahora recordar el nombre de su anfitrión, a quien debo agradecerle por siempre haber colocado esos discos, esas dos noches. Y al destino, por haberme puesto a esa hora a escuchar la radio en el porche de nuestra casa en Guarenas.

Discografía completa:

In Tune – with Oscar Peterson Trio [1971]

A Capella [1971]

Christmas [1972]

Four of Us [1973]

Invitation – with Art van Damme Quintet [1974]

Feeling Free [1975]

A Capella II [1975]

A Special Blend [1976]

Sentimental Journey [1976]

Friends [1977]

Just In Time [1977]

With Rob McConnell &The Boss Brass [1979]

Eventide [1979]

A Capella III [1980]

Easy To Love [1982]

Actualmente es muy difícil adquirir todos los álbumes, en disco compacto, de forma individual. Algunos se pueden conseguir a buen precio; otros, a un costo exorbitante. Ahora bien, no todo está perdido. En 1997 MPS Records lanzó al mercado Magic Voices, una caja con todos sus álbumes [a excepción de Christmas] compilados en siete discos compactos. Adicionalmente, en 2006 publicó The Complete A Capella Sessions, un álbum doble que contiene los tres títulos A Capella.


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